“El 16 de julio de 2021 entró por fin en vigor el Reglamento de Vigilancia del Mercado de la UE -MÜ-VO para abreviar-, cuyo objetivo es garantizar un mejor funcionamiento del mercado único europeo. Los antecedentes son los siguientes: los productos del mercado europeo van a ser mejor controlados en el futuro. De este modo, Bruselas quiere combatir las distorsiones de la competencia y evitar que los consumidores se vean perjudicados por productos no conformes.
¿Todo conforme? Bruselas está apretando los tornillos de mariposa. Según el MÜ-VO, todos los operadores económicos están obligados a
– comprobar si se ha elaborado una declaración de conformidad/rendimiento de la UE,
– mantenerlo a disposición de las autoridades,
– informar de los productos de alto riesgo,
– proporcionar toda la información y documentación necesarias para demostrar la conformidad del producto a las autoridades de vigilancia del mercado
las autoridades de vigilancia del mercado y a cooperar con ellas para
– para eliminar cualquier riesgo.
Además, todos los operadores económicos deben indicar su nombre o nombre comercial o marca y los datos de contacto, incluida la dirección postal, en el producto, el envase, el embalaje o la documentación adjunta.
Los denominados proveedores de servicios de cumplimiento se consideran ahora también operadores económicos obligados. El MÜ-VO entiende que se trata de “cualquier persona física o jurídica que, en el curso de una actividad empresarial, preste al menos dos de los siguientes servicios: Almacenamiento, envasado, direccionamiento y envío de productos sobre los que no tiene derechos de propiedad”.
Las autoridades nacionales competentes en materia de vigilancia del mercado son responsables de la aplicación del Reglamento en su territorio. El MÜ-VÖ les proporciona un instrumento eficaz para esta tarea. Entre otras cosas, están facultados para realizar controles documentales, así como inspecciones in situ para garantizar la conformidad de los productos.
En el futuro, las autoridades de los Estados miembros deberán desarrollar programas de vigilancia del mercado según normas europeas uniformes. También están obligados a cooperar a través de las fronteras y a prestar una asistencia administrativa eficaz. La presión también crece sobre ellos: tienen que enfrentarse a evaluaciones periódicas por parte de otras autoridades.
Si la autoridad de vigilancia del mercado considera que un producto supone un riesgo para la salud o la seguridad o no cumple las normas de armonización de la UE, las autoridades pueden exigir al agente económico que adopte medidas correctoras adecuadas y proporcionadas. Entre ellas se encuentran la puesta en conformidad del producto, la prohibición de su comercialización, la retirada o recuperación del producto del mercado y la advertencia al público del riesgo que supone el producto, así como la destrucción del mismo.
Los Estados miembros de la UE y la Comisión compartirán información de forma más eficiente en el futuro, utilizando herramientas como el Sistema de Intercambio Rápido de Información (RAPEX) y el Sistema de Información y Comunicación para la Vigilancia Paneuropea del Mercado (ICSMS). Con la ayuda de estas herramientas, las autoridades y los funcionarios de aduanas pueden comunicarse entre sí sobre las mercancías peligrosas, lo que supone una clara ventaja para la coordinación de la vigilancia del mercado.”*
*Fuente: FLÜSSIGGAS, 2021/4, S. 12
GAGT e.V. ya ha señalado en el pasado que las autoridades de vigilancia del mercado prohibirán ahora también la venta de envases de gas comprimido (propano/butano) de 5 kg y 11 kg sin entregar declaraciones de confirmación. Ahora también se prevé un procedimiento de multa en caso de infracción.
En Alemania, las autoridades de vigilancia del mercado deben dirigirse a las autoridades estatales superiores. La GAGT e.V. lo hará a partir de ahora.
Fuente: Peter Ziegler